aRticulado

ni periodista ni crìtico ni subjetivo ni prejucioso ni llamativo ni modesto sòlo unipersonal para todos

Monday, July 31, 2006

He Amado Demasiado de Pensamiento, Palabra, Obra, y Omisión

Las Mujeres Que Aman Demasiado, es el titulo de un libro que ha vendido miles de copias, y generado millones de conversaciones entre aquellas a las que el titulo refiere.
Las he escuchado hablar (confesando con un tono entre la vergüenza y la falta de esta), acerca de su Don de amar por sobretodas las cosas y personas, a aquel que no valora este amor que ellas dan.
Primer desengaño, la palabra demasiado implica “Más de lo saludable”. Esto es, amar en demasía no es un don, es una equivocación, un vicio. Entonces primero debemos bajar la dosis de nuestra entrega al aceptar que aman demasiado. Si creen que amar demasiado es algo inevitable en ellas, pues no lo es. Es viable en cambio amarse más a uno mismo.
Cliché aparte, este es el segundo desengaño que se debe tener en cuenta. Al amar a otra persona, que no ha salido de tu cuerpo siquiera, más que a ti mismo, es la inconciencia más frecuente estos días. Hay que estar conscientes de quiénes somos, como origen de la cadena. Al sentirnos únicos, conocemos quienes somos, sabremos que queremos, y listo, manos a la obra. La obra de nuestra propia vida.
Las que aman demasiado, no han leído este libro porque estén satisfechas con el amor que dan. Estamos antes personas que reconocen un problema, pero al cerrar el libro, al abrirse la puerta de casa, al encontrarse con el ser que aman demasiado, lo leído no tiene consistencia. Lo conversado se escucha como murmullo. Centrar su atención toda a quien les genera estas ganas de ya no amar ni un segundo más. Pero del calor al frío se pasa por el tibio. Y la mayoría no soporta la idea de la cuarentena por decisión propia.
He aquí el tercer desengaño. No querer dejar de amar. Y por querer, vemos un sentimiento más débil del que queremos deshacernos. Pero esos son líos del lenguaje. Así como el amar del que hablamos no es amor. Es una patraña creada por nosotros. Manifiesta diferentes cosas dependiendo de la persona. Como puede ser el querer repetir un patrón de la relación parental en la niñez, como el depender del éxito de la otra persona, o compartir el fracaso, pero prefiriendo el mal acompañado.
El cuarto desengaño es para muchos el más difícil de vencer. La sociedad y lo que espera de nosotros. Espera que tengas una relación verdadera, o al menos, que aparentes tenerla. Y es fácil dejarte engañar por las circunstancias externas, que te ven bien al estar en una relación en la cual no te desenvuelves, ni desarrollas. Y no sólo cabe decir sociedad general, sino también la sociedad de tu familia, de tus amigas, de tus vecinos. Muchos de ellos no les importará saber que eres feliz por dentro, con tal que llegues acompañada a la reunión, que sonrías cuando hablas de tu pareja, y que tengas la estabilidad emocional que sólo el hecho de tener pareja parece brindar.
Desmiéntelos. Los que sólo esperan esto de ti, es para sentirse acompañadas en su también impróspera relación, o para saber que tu estabilidad los hace más estables:
Conozco madres, hermanas, que al ver a su pariente en una relación, así sea tormentosa, prefieren que siga adelante, para sólo salir todos lindos en el álbum familiar. Creen que los divorcios son el declive de la sociedad. Y dejarían de serlo si es que eligiésemos bien antes de casarnos. El problema no es el divorcio, sino el casarse. Y claro, “antes de” esta la respuesta.
Las respuestas por lo general se dan descartando afirmaciones falsas. Si nos damos cuenta antes de seguir saliendo con esta persona a la cual se ama demasiado, que afirmaciones debemos desengañar, podremos disfrutar lo verdadero. Lo que nos hace estar satisfechos con nosotros mismos. Y es que como dije antes, si se recurre a este libro es porque este amor que estamos dando no está siendo recibido como esperamos, y tampoco estamos recibiendo lo que esperamos, sino todo lo contrario. Es decir, que no nos están amando como sabemos que se ama, como intuimos que es el verdadero amor, en el que no recurrimos a un libro que nos dice, desde el título, que tenemos un gran problema.
El no tener problemas con el amor, nace de amarnos a nosotros mismos. El estar echados en un sofá solos, sin esperar que alguien llegue, el salir con nuestros amigos verdaderos sin sentirse mal porque no haya alguien que no sólo sea nuestro amigo(a) que nos bese, eso es estar satisfecho con quienes somos.
Todo cae por su propio peso, y conforme nos cultivemos como personas sanas, maduremos, y sepamos que es lo que de verdad nos hará sonreír sinceramente, encontraremos (no buscaremos), la persona que encaja en nuestro mundo.
Como dijo, en cierre de temporada, Carrie Bradshaw, “la más fantástica relación que podemos tener es aquella que tenemos con nosotros mismos, y cuando Esa persona ama ese Yo que amamos, bueno, eso es simplemente fantástico”.


-El artículo ha sido escrito en diferentes Personas, gramaticalmente, porque no sólo las mujeres aman demasiado, no sólo ellas, ni ellos, sino también en algún momento Yo, y Tú tal vez. Pero para que todos se den cuenta del amar tanto al Sol, pegándote tanto hasta fundirte en él, no es para sentirse más vivo, así como lo descubrió Dédalo al acercarse demasiado.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home